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Mostrando entradas de marzo, 2022

Tirarme para arreglarme

 "Enseña el feng shui que hay que tirar las cosas rotas para que la energía circule libremente por la casa" Pero para quienes tenemos el corazón o la mente rota, ¿aplica igual?  No se lo pude preguntar a esa persona que tanto amé, así que directamente me lancé. Me lancé y volé, me lancé y caí, y me lancé y me ahogué. ¿Renací? Tal vez; pero hoy me siento como una basura que estorba a las personas, ¿es esto realmente así? ¿O solo soy yo hundiéndome en las profundas aguas otra vez?...

Ahogarse(?)

"Estaba remando de regreso cuando empecé a despertar. Primero desaparecieron los remos. Luego la sensación de movimiento. Por último el bote. Abrí los ojos justo antes de caerme al agua", Y me ahogué. Me ahogué en mis pensamientos, me ahogué en mi propio mar de ideas. Me ahogué y no renací, pues desde el fondo del mar sabía que no iba a salir. Aunque estaban aquellos que me gritaban desde la orilla que sí, que iba a poder salir. Pero es fácil no ahogarse cuando uno sabe nadar; pero nadie nunca me enseñó a mí--y tampoco lo aprendí-- a nadar en las aguas de una mente inquita e imperfecta, directamente me decían que "no era necesario" pues mis emociones no debían de importar, debía secarme las lágrimas y salir con una sonrisa para no preocupar a los demás, ya que yo no sabía si ellos sabían o no nadar...

¿Te sorprendí?

 Hay sorpresas que van, y otras que vienen. Ambas en busca de alguien para sorprender.  A veces las sorpresas vienen en forma de arcoíris, otras vienen en forma de paro de colectiveros justo el día que te tenías que tomar uno.  Hay sorpresas lindas, y hay sorpresas feas; eso está claro. Las sorpresas son uno de los elementos que acompañan al hombre desde los primeros y más remotos tiempos. Yo creo, que con el avance de la tecnología, las sorpresas fueron perdiendo su magia. ¿Por qué?, simple: porque la ciencia nos "spoilea" lo que traía la sorpresa. Con las sorpresas hay que tener cuidado, más que nada en cómo las recibimos; ya que me contó una, que creen mucho en las primeras impresiones. Hay algunas que se hacen las difíciles y dicen traer algo llamado "dolor", pero eso no lo sabes hasta que no las aceptas sin rencor.  ¡Pobre las sorpresas! hay muchos que las odian por el simple hecho de que fueron enviadas con la misión de quebrar nuestra rutina. ¿Tan estructurad...