En mi panorama, solo tengo ojos para vos.
Te acaricio el pelo con ternura y te digo que estés tranquilo, que sí vas a poder.
Que no tengas miedo, que acá te estamos esperando con un abrazo y el corazón abierto.
Mientras mis dedos delinean tu oreja, trato de llamar la atención de tu mirada perdida en el horizonte.
Tenes miedo. Con el tiempo aprendí a leerte.
Me quedo en silencio admirandote. ¿Alguna ves pensaste lo tierno que sos?
Estas aprendiendo a poetizar la vida y a poner en palabras eso que no sale en la práctica.
Yo le sigo dando caricias a esa cabeza que te tortura y te lastima. ¿Quién te enseñó a ponerte tanta presión?
En tus palabras encuentro consuelo al darme cuenta que hay alguien que piensa parecido a mí. Me devuelve la esperanza saber que aún hay soñadores en el mundo.
En tus abrazos encuentro calma, y esa sin intención tan intencionada, de sintonía, de palabras.
Me transmitis tanta calma que me adormeces, en una realidad donde se me exige estar despierta todo el tiempo.
Te encuentro,
Nos encontramos.
Te abrazo,
Me calmo.
¿Qué pasará por tu cabeza?
Hasta siempre
Te susurran mis lágrimas desde detrás del ocular.
Ese ínfimo momento donde quiero frenar el tiempo para mirarte una vez más.
Cumplí tus sueños, gran compañero.
Acá te espera una soñadora.
No tengas miedo.
Todo pasa.
Comentarios
Publicar un comentario