aprendé a quererme
con mis cicatrices
que queman
con los roces
de las hojas,
Aprendé a quererme
aún sabiendo
cuánto pesa
la razón
por sobre el corazón.
Quiero que aprendas a quererme,
con mis defectos.
Ojalá me quieras,
quiero hacerte verso
en cada poema
que libero;
quiero que tus besos
sean
los versos
de la cotidianidad
que abruman las rutinas,
que callan los otoños,
y que resguardan en los inviernos.
Quiero que me enseñes a descubrirme
a quererme
y a quererte.
Yo ya te quiero
pero vos
¿te animas a quererme?
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