Cuando sos chiquitito, tus papás cuidan de tu infancia; la miran, le buscan sentido, y la cuidan. Pero no la entienden. La infancia está escrita en un lenguaje que sólo pueden entender los chicos.
En la infancia, los chicos ven esas cosas que están ahí, pero no todos pueden ver. Los niños vienen con otros ojos al mundo, ¿por qué? ¿Será porque ellos llegan sin saber nada, entonces pueden ver todo?
La infancia está recubierta de caramelos y pataletas, pero es engañosa, porque adentro está hecha del más fino y delicado cristal. Que si se raya, o peor aún, se rompe, deja cicatrices---visibles o invisibles--- en la piel. La infancia se rompe cuando la toca alguien que no la tenía que tocar; se rompe cuando le gritan; o cuando oye algo que no tenía que escuchar.
La infancia aunque esté rayada, sirve igual, porque aunque no lo sepamos, siempre presentes en nosotros estará.
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