Son ellas, soy yo, somos nosotras. Vamos y venimos. A veces me siento espiada, están en todos lados. Son sombras que van atrás mío y me persiguen, o son sombras que van por delante y quiero alcanzar. Me gusta dominarlas y les gusta dominarme.
Hay quienes me dicen que las borre, y otros que las fortalezca, ¿qué me digo yo? ¿Me sé hablar o me enseñaron a callar?
Son como las dueñas de todo: de los cambios, de los problemas, de la paz...
Me refugio en ellas cuando tengo miedo de "ser", y se refugian en mí cuando me quiero permitir sentir.
Amigas estructuras, gracias y "no gracias", por estar; las odio pero las amo, y quizás algún día nos terminemos de (des) amigar...
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