"¡¡Chin, chin. Feliz año nuevo!!"Aquel momento tan abrumante en el que tengo que pensar en mis propósitos... Hay uno que siempre se repite, y es el de "quiero que nuevos propósitos me encuentren". Quiero empaparme con su magia, y quiero darles un abrazo, y agradecerles porque marcan mis días.
¿Funcionamos sin propósitos? Yo creo que no, es como preguntar si un reloj funciona sin agujas. Después de todo, eso son los propósitos: las agujas del reloj de nuestras vidas, que marcan nuestro sendero, y que se chocan entre sí.
Tengo propósitos que quiero lograr sobre ocho ruedas, otros que quiero conseguir con una birome en la mano, y hay otros pocos dispersos por todo el mundo.
Tengo el propósito de amar y de dar bondad. Tengo propósitos que ya logré, y otros que aún no quiero alcanzar porque estoy disfrutando el camino...
Estoy hecha de propósitos, de tinta y de moretones. Desayuno agradecimientos y transito momentos. Me encuentro y me pierdo, borro y vuelvo a empezar, lloro y sonrío. Me abruma pensar en todo lo que soy, y en todo lo que no soy. Dejo que el viento se lleve mis ideas, agarro la copa y brindo. Feliz año nuevo...
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