¡¿Quién fue el descarado en inventar las preguntas?! Porque estoy segura de que sería más feliz sin preguntarme a cada rato qué será ese ruido en el techo o cuántas palabras tenía que tener el essay de inglés.
Sin embargo, también pienso que la vida sería aburrida sin preguntas; y si hay algo que detesto, es estar aburrida.
¿Acaso existían desde los tiempos remotos? ¿Cómo que quién? ¡las preguntas! ¿O necesitaban de un signo propio y un nombre para aparecer? ¿Por qué? ¿Acaso la sal necesitaba que le digamos así para que sea salada?
¿O los vecinos tenían que entrometerse en casas ajenas para que las cortinas tengan una función? ¿Y por qué los mosquitos no se buscan mejor otra clase de alimento? ¿Y si los albañiles dejaran de trabajar a la siesta? ¿Por qué hay vasos de vidrio si se rompen fácil? ¿Será porque también hay personas de este material? ¿Y por qué en la escuela me hacen usar sólo tinta azul? ¿Por qué hay sol cuando decido ir más tarde a la playa? ¿Y por qué existen las preguntas? Creo yo, que para recordarnos que la curiosidad es motora del corazón, aunque de noche le tiremos unos cuantos insultos a su absurdo creador; pero, alguna vez te preguntaste ¿por qué?
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