Equilibrista no es sólo quien se mantiene firme sobre una cuerda floja enfrente de miradas expectantes. O al menos no en el sentido literal.
Es
equilibrista quien trabaja y estudia; quien lee y escribe; quien oye y compone.
Es equilibrista
el adolescente con la música fuerte, y el docente que da clase a la hora de la
siesta.
Equilibrista
es quien no tiene miedo a caer.
Equilibrista
la patinadora que intenta el camel una y otra vez.
Equilibristas
somos todos, porque vivimos en un mundo que constantemente nos tiene en
cuerda floja, y la tensa para que se tambalee, lo que provoca que mi tierra se
mueva, y los terremotos con lágrimas sucedan.
Somos equilibristas
en cuerdas con nudos, y malabaristas con fuegos lentos y consumidores. Somos
payasos al intentar agradarle a todo el mundo, y somos leones que ya no
aparecen en algunos circos.
Somos una montaña rusa de emociones, y hoy, te hablo más allá del parque de diversiones.
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