La rama
golpea la ventana ante los fuertes soplidos de Jakaira hacia la tierra.
Tildada.
En pausa.
Mientras el mundo gira para que no estemos quietos.
Pero su
mundo está en blanco y negro.
Es como si
todo alrededor estuviese suspendido en una vorágine de palabras por decir.
Excepto por la rama que golpea la ventana.
/
Día dos.
Tuvo que
salir de la cama. Tenía que bañarse.
Día tres.
Miedo. Sólo eso es capaz de sentir
Día cuatro.
Corta la
rama para que no se siga azotando.
Día
doscientos treinta y seis.
La rama creció
Vuelve a
golpear
Ella pensó olvidar
Su suplico de
perdón.
Pero sigue
ahí
Golpeando la
ventana de su corazón
Expectante
por ese pedido de disculpas
Que trata
de podar
Para no dejar
raíces.
Pero no sabe
Que la
falta
Se siente
en el pecho,
Que los
secretos se guardan en la garganta,
Que el
poema roba el pensamiento.
Pero al
perdón? A ese no hay dónde meterlo.
Divaga,
libre
En forma de
rama
Golpenado corazones
Cachando ventanas
Sin nunca
atravesarlas
Pues nunca
fue sincero,
Ni fuerte.
Un día se
hizo tan amigo de la mentira,
Que los dos
salen al vuelo,
Impulsados
por Jakaira.
Cachando
ventas
Ilusionando
corazones
Que yacen
en cama
Doscientos treinta
y seis días
Sin palabras
En la vorágine
De lo
suspendido
Del mundo en
movimiento
De lo tuyo
De lo nuestro.
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